martes, 28 de octubre de 2014

Flora

Flora:
Origen
La vegetación de la península de Baja California está conformada por una mezcla de elementos florísticos derivados de las geofloras del Terciario, que se denominan: Arcto-Terciario, Neotropical-Terciario y Madro-Terciario. Las características de estas geofloras son:

Arcto-Terciario: Plantas decíduas de la región templada del Norte de Norteamérica.

Neotropical-Terciario: Plantas de hojas anchas distribuidas en la parte Sur de Norteamérica.

Madro-Terciario: Plantas esclerófilas y micrófilas distribuidas entre las dos geofloras anteriores, en el área de las Montañas Rocallosas del Sur de Norteamérica, y en la Sierra Madre Occidental de México. Esta geoflora ocupó gran parte del Suroeste de los Estados Unidos de América y el Noroeste de México, ampliando su distribución a medida que las condiciones climáticas semiáridas fueron estableciéndose, y a finales del Mioceno, la flora Madro-Terciaria invadió la península de Baja California con elementos de matorral subtropical árido, parches de bosque tropical en las partes bajas, y bosque de coníferas en las partes altas.

Regiones Florísticas

El Estado de Baja California comprende dos regiones fitogeográficas: la Región Californiana o también llamada Mediterránea, y la Región del Desierto Central o Desierto Sonorense. Las comunidades vegetales en que se divide la primera son cinco, mientras que la segunda se divide en cuatro, tres de las cuales se encuentran en la entidad.

Región Californiana o Mediterránea

Ocupa la porción Noroeste del Estado, desde el límite Internacional con los Estados Unidos de América hasta la altura de El Rosario, Baja California, y de la costa del Pacífico a las sierras de Juárez y San Pedro Mártir, además de Isla Guadalupe. Presenta un clima tipo mediterráneo, con inviernos templados y moderadamente húmedos, alternados con veranos secos y cálidos. La niebla constituye un factor climático importante para el desarrollo biológico de los organismos de la región, la primavera es la época de floración y crecimiento de especies anuales, aunque es posible encontrar varias de ellas durante los meses fríos y húmedos. Esta región florística cuenta con aproximadamente 795 géneros y 4,452 especies de plantas vasculares nativas, las comunidades vegetales presentes en esta región son: marismas, dunas, matorral costero, chaparral y bosque de coníferas.

Marismas. La vegetación de marismas se encuentra a lo largo de las costas de Baja California en las zonas de inundación de los esteros, estuarios y lagunas costeras. Se caracteriza por plantas no muy altas y a menudo suculentas, las especies presentes están adaptadas a los cambios de salinidad del suelo. En las marismas de esta región se diferencian varias zonas:

Marisma Baja. Representada por dos asociaciones de especies perennes: Spartinetum foliosae y Sarcocornietum pacificae.

Marisma Media. Se extiende entre 70 cm y 90 cm por arriba del nivel medio del mar, y está dominada por Salicornia pacifica en su forma erecta, a diferencia de la anterior en que prevalece la forma rastrera. En esta zona se incrementa la diversidad florística.

Marisma Alta. Comprende la zona entre 90 cm y 100 cm, y corresponde a un área generalmente seca, con inundaciones ocasionales. La excesiva salinidad del suelo sólo permite la existencia de especies como: Distichlis spicata, Monanthchloe littoralis, Cressa truxillensis y Arthrocnemum subterminale. Se extiende varios metros hacia el interior del continente, dependiendo de la profundidad del agua salada subterránea, permitiendo la existencia de las especies antes mencionadas.

Dunas. Se distribuyen a lo largo de las costas del Pacífico y del Golfo de California, desde la línea fronteriza hasta el paralelo 28°, por su extensión sobresalen las dunas de Los Médanos, El Ciprés, La Joya, San Quintín, El Rosario, Rosarito y Desierto de Vizcaíno. La vegetación en dunas se caracteriza por lo singular de sus comunidades y el alto grado de endemismo, las plantas son pequeñas y suculentas. Las especies Ambronia marítima y Carpobrotus aequilaterus son consideradas especies clave, ya que juegan un papel importante como pioneras y fijadoras de arena, además, el componente florístico de esta comunidad se enriquece con especies de marisma y matorral costero como son Simmondsia chinensis, Euphorbia misera, Aesculus parryi, Ambrosia chenopodifolia y Asclepias sp.. Las dunas costeras representan un sistema de protección de la línea de costa, pues disipan y amortiguan los efectos producidos por la fuerza del oleaje, y funcionan como reserva de arena en playas erosionadas, además de considerarse como ecosistemas frágiles.

Son comunidades con una alta heterogeneidad espacial, en términos de la gran diversidad de microambientes presentes, con factores físicos que varían drásticamente, además, en un sistema de dunas hay grandes diferencias, en términos del grado de estabilización, dadas por la cobertura vegetal, donde se observa un gradiente de menor a mayor grado de estabilización de la playa hacia tierra adentro. En las partes estabilizadas de los sistemas de dunas, que se encuentran en las zonas más alejadas al mar, existen pastizales de suelos arenosos.

Matorral Costero. Este tipo de vegetación se presenta en forma discontinua a lo largo del litoral Pacífico, desde la línea internacional hasta El Rosario, y se considera como una transición entre la vegetación desértica y el chaparral. De esta manera, el matorral costero en el Estado ocurre en terrenos cercanos y en línea de costa.

Sin embargo, esta distribución no es uniforme, ya que en algunas ocasiones este tipo de vegetación llega a penetrar hasta 30 km tierra adentro, ocupando grandes extensiones, principalmente en laderas cercanas a la sierra San Pedro Mártir, a una altitud de 500 metros.

Las plantas del matorral costero son de poca altura y oscilan entre los 0.5 m y los 2.0 m, donde dominan las especies arbustivas y decíduas, las cuales establecen comunidades abiertas representadas por las familias Asteraceae, Lamiaceae y Polygonaceae.

En el Estado de Baja California, el matorral costero presenta tres tipos de asociaciones: la Diegana, la Vizcainiana y la Martiriana.

La zona Diegana dominan las suculentas, como el Agave shawii, que en Estados Unidos de América está declarada como en peligro de extinción, lo que realza la importancia de su conservación; la zona Martiriana corresponde a un matorral costero de Rosa minutifolia, Dudleya lanceolata y Mesembryanthenum crystallinum entre otras especies; en la zona Vizcainiana, el matorral costero está dominado por especies características del desierto central, como Machaerocereus gumosus y Cephalocereus sp. y se considera como un área de transición entre el matorral costero xerófito y el matorral costero suculento.

Chaparral. El chaparral está caracterizado por arbustos siempre verdes, esclerófilos de raíces profundas, hojas pequeñas y duras que soportan períodos de sequía extrema con especies características como: Adenostoma fasciculatum (chamizo vara prieta) Adenostoma sparsifolium (chamizo colorado), Rhus integrifolia (lentisco), Artemisia tridentata.

De acuerdo a sus características y especies comunes, el chaparral puede ser dividido en tres tipos:
Chaparral costero. Se encuentra asociado al matorral costero, y se presenta por lo general en cañones y cañadas en la línea de costa.


Chaparral intermedio. Se distribuye hacia la parte continental, y toma el nombre de la especie característica, la cual puede ser chamizo, manzanita y/o encino arbustivo.


Chaparral de altitud. Esta presente a elevaciones mayores a los 800 m, en lo que corresponde a la zona límite con el bosque de coníferas.

Bosque de Coníferas. Esta vegetación se localiza principalmente en las altas montañas de clima frío-templado de la península, y su mayor ocurrencia es en el extremo Norte, ocupando los dos principales macizos montañosos del Estado, las sierras de Juárez y San Pedro Mártir, además se localizan algunos parches en las sierras de Santa Isabel, Yubay, San Borja, Sierra Blanca, Isla de Cedros y Guadalupe y Ejido Eréndira.

La Sierra de Juárez es la zona boscosa más extensa de la entidad, con una superficie forestal de 342,113 ha, donde el 94.3 por ciento corresponde a especies de pinos, y el 5.7 por ciento a encinos, mientras que la sierra de San Pedro Mártir cuenta con una superficie forestal de 149,660 ha.

La vegetación del bosque de coníferas puede a su vez clasificarse de acuerdo a su componente florístico de la siguiente manera:

Bosque de Pino. El bosque de Pino tiene tres variantes: de Montaña, Costero e Insular.
Bosque de Montaña. Se distribuye entre los 1,200 y 2,800 msnm, principalmente en las Sierras de Juárez y San Pedro Mártir. La especie dominante de los bosques de montaña es Pinus jeffreyi, Pinus monophylla y Pinus quadrifolia, ocupan áreas considerables en la zona de La Rumorosa, Suroeste de Sierra Juárez, Sierra de Calamajué y Sierra de San Borja, y Pinus coulteri especie muy importante desde el punto de vista ecológico, presentándose en extensiones reducidas en Sierra Blanca, Cerro Hanson y Sierra San Pedro Mártir.


Bosque Costero. Se localiza en la costa Noroccidental del Estado, a 500 msnm, en localidades como el Cañón del Arce, Cañón de Doña Petra, San Vicente y Ejido Eréndira. Entre los bosques de pino costero, considerados como comunidades proclimax o relictas se pueden encontrar especies como: P. attenuata y P. Muricata.


Bosque Insular. Localizado en Isla de Cedros y Guadalupe. En los bosques de pino insular, la especie dominante es P. radiata, que se encuentra en pequeñas poblaciones relictas con bajos porcentajes de regeneración natural.
Bosque de Juniperus. Este género, junto con el Cupressus, pocas veces se incluye en la descripción de los componentes de los bosques de Baja California, juega un papel muy importante del punto de vista florístico y ecológico, Juniperus californica es la única especie representante, distribuyéndose en La Rumorosa, Ejido Héroes de la Independencia, Valle de Ojos Negros, Sierra de Juárez y San Pedro Mártir, Isla de Cedros y en la Isla de Guadalupe.

Bosque de Cupressus. Es considerado como relicto y se restringe a zonas geográficas con características ecológicas muy específicas, como son las condiciones costeras; Cupressus arizonica var. stephensonii, C. montana, endémico de San Pedro Mártir y C. guadalupensis var. forbersii, son las especies características de esta vegetación, Calocedrus decurrens es otra especie componente que se distribuye únicamente en la Sierra de San Pedro Mártir.

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